Un perito judicial naval es un experto en asuntos relacionados con la navegación, la marina, la seguridad marítima y otros aspectos técnicos y legales relacionados con el ámbito marítimo. Estos profesionales tienen la capacidad de proporcionar informes periciales y asesoramiento técnico en el contexto de procedimientos judiciales, administrativos o arbitrajes relacionados con cuestiones marítimas.

La intervención de un perito judicial naval puede ser necesaria en una variedad de casos, algunos ejemplos incluyen:

1. Accidentes marítimos: En caso de colisiones de barcos, encallamientos, naufragios u otros incidentes en el mar, un perito naval puede ser llamado para investigar y determinar las causas del incidente.
2. Daños a la carga: Si hay daños a la carga durante el transporte marítimo, un perito naval puede evaluar las condiciones en las que se encontraba la carga, las circunstancias del transporte y proporcionar informes periciales sobre la responsabilidad y la cuantificación de los daños.
3. Seguridad marítima: En casos relacionados con la seguridad marítima, como la evaluación de las condiciones de seguridad de un buque o las circunstancias de un accidente, un perito naval puede ser necesario para emitir opiniones expertas.
4. Conflictos contractuales: En disputas contractuales relacionadas con contratos marítimos, como contratos de fletamento o de transporte, un perito naval puede ser requerido para evaluar el cumplimiento de las obligaciones contractuales y resolver disputas técnicas.
5. Inspección y certificación de buques: Los peritos navales también pueden participar en la inspección y certificación de buques, asegurando que cumplan con los estándares y regulaciones marítimas.

La intervención de un perito judicial naval es crucial para proporcionar una perspectiva experta y objetiva en cuestiones técnicas y legales relacionadas con el ámbito marítimo, contribuyendo así a la toma de decisiones en procedimientos legales o administrativos.